Llevo algo más de un mes con Marino, retomando las clases de saxo que dejé hace mucho tiempo por motivos profesionales. Me ha hecho mucho más consciente de cómo es el sonido que estoy sacando en cada momento. Es fácil perder la concentración en el sonido cuando practicas escalas e intervalos y él se empeña en hacerte ver que no hay porqué olvidarse de una cosa mientras practicas la otra. Tiene un enfoque también muy práctico, que hace que conectes no sólo con el intrumento, sino con el tipo de música que tocas y los músicos que la tocaron. Con un montón de trucos y técnicas de escucha y práctica para que no todo sea tocar sólo la melodía, sino ir un poco más allá. Obviamente, el progreso depende mucho del trabajo que luego cada uno haga en casa, pero yo por lo menos, lo afronto ahora de otra forma.